A continuación y a modo de introducción y para la mejor comprensión del texto, adjunto dos capítulos consecutivos del anticristo de Friedrich Nietzsche. Al final el consecuente comentario, más o menos acertado. Pero es lo que me inspiró. Porque la verdad duele, pero ¿nos hace libres?
EL ANTICRISTO - CAPÍTULOS XLIII Y XLIX
Capítulo XLIII.
Capítulo XLIII.
¿Se ha entendido bien la famosa historia que se encuentra al principio de la Biblia, la del terrible miedo de Dios ante la ciencia? No se ha comprendido. Este libro de sacerdotes por antonomasia comienza, como es justo, con la gran dificultad íntima del sacerdote: el sacerdote tiene un solo peligro, por consiguiente, Dios tiene sólo un gran peligro.El viejo Dios, todo espíritu, todo gran sacerdote, todo perfección, pasea por distracción en sus jardines; pero se aburre. En vano luchan contra el tedio los dioses mismos. ¿Qué hace Dios? Inventa al hombre; el hombre es divertido ... Pero he aquí que también el hombre se aburre, La compasión de Dios por la única miseria que todos los Paraísos tienen en si, no conoce limites: pronto creó otros animales. Primer error de Dios: el hombre no encontró divertidos a los animales -fue su amo, no quiso ser un animal. Después de esto Dios creó a la mujer. Y, en realidad, entonces acabó de aburrirse; pero acabaron también otras cosas. La mujer fue el segundo error de Dios. La mujer es, por su naturaleza, serpiente: Eva; esto lo sabe todo sacerdote; de las mujeres procede todo el mal sobre la Tierra; esto también lo sabe todo sacerdote. Por consiguiente, también de ella viene la ciencia ... Precisamente, de la mujer aprende el hombre a gustar el árbol del conocimiento.¿Qué había sucedido! El viejo Dios se vio acometido de un tremendo error. El hombre mismo se había hecho su mayor error; Dios se había creado un rival: la ciencia nos hace iguales a Dios; ¡cuando el hombre se hace sabio han terminado los sacerdotes y los dioses! Moraleja: la ciencia es la cosa vedada en si, es lo único vedado. La ciencia es el primer pecado, el germen de todos los pecados, el pecado original. Sólo esto es la moral. Tú no debes conocer: todo lo demás se sigue de aquí. El tremendo miedo experimentado por Dios no le impidió ser hábil. ¿Cómo nos defenderemos de la ciencia? Este fue durante mucho tiempo su problema capital. Respuesta: ¡Arrojemos al hombre del Paraíso! La felicidad, el ocio, conducen a pensar; todos los pensamientos son malos pensamientos... El hombre no debe pensar.Y el sacerdote en sí inventa la miseria, la muerte, los peligros mortales del parto, toda clase de sufrimientos, de dolores, de fatigas, y sobre todo la enfermedad; ¡simples medios en la lucha contra la ciencia! La miseria le impide al hombre pensar ... Y, sin embargo, ¡cosa terrible!, la obra de la ciencia se eleva, llega hasta el cielo, haciendo palidecer a los dioses. ¿Qué hacer? El viejo Dios inventa la guerra, separa a los pueblos, hace que los hombres se destruyan unos a otros (los sacerdotes tuvieron siempre necesidad de la guerra). ¡De la guerra. que, entre otras cosas, es una gran perturbadora de la paz de la ciencia! ¡Oh cosa increíble! No obstante la guerra, la ciencia, la emancipación del poder del sacerdote, aumentan. Y una última decisión se presenta al viejo Dios: El hombre se ha vuelto sabio: no se le puede utilizar, hay que ahogarlo.
Capítulo XLIX.
¿Se me ha entendido? El comienzo de la Biblia contiene toda la sicología del sacerdote. El sacerdote sólo conoce un peligro: la ciencia, el sano concepto de causa y efecto. Pero la ciencia prospera conjuntamente sólo en situaciones favorables; hay que tener tiempo, hay que tener espíritu de sobra para investigar. Por consiguiente, se debe hacer al hombre infeliz: ésta fue en todo tiempo la lógica del sacerdote.Ya se adivina qué ha entrado en el mundo con arreglo a esta lógica: el pecado. El concepto de culpa y de castigo, todo el orden moral del mundo fue inventado contra la ciencia, contra el rescate del hombre de los sacerdotes ...El hombre no debe mirar fuera de sí, sino dentro de si; no debe mirar las cosas con habilidad y prudencia para aprender; en general, no debe mirar; debe sufrir ... Y debe sufrir de modo que tenga constantemente necesidad del sacerdote. ¡Fuera los médicos! ¡Hay necesidad de un salvador! ¡El concepto de culpa y de castigo, comprendida la doctrina de la gracia, de la redención, del perdón -todas completas mentiras privadas de toda realidad psicológica- fue inventado para destruir en el hombre el sentido de las causas; fue un atentado contra la nación de causa y afecto! ¡Y no un atentado realizado con el puño, con el cuchillo, con la sinceridad con el odio y en el amor , sino partiendo de los instintos más viles, más astutos, más bajos! ¡Un atentado de sacerdotes! ¡Un atentado de parásitos! ¡Un vampirismo de pálidas sanguijuelas subterráneas! ... Si las consecuencias naturales de una acción no son ya naturales, y se imagina que son provocadas por los fantasmas de la superstición, por Dios, por espíritus, por almas, como consecuencias puramente morales, con premio, castigo, indicación, medio de educación, es que se ha destruido la condición primera del conocimiento y se ha cometido el mayor delito contra la humanidad. El pecado, lo repito una vez más, esa forma de masturbación por excelencia, fue inventado para hacer imposible la ciencia, la cultura, la elevación y el ennoblecimiento del hombre; el reino del sacerdote se levanta sobre los cimientos del pecado.
Comentario.Que sabio el Nietzsche este. No me queda más remedio que revolverme en mi asiento y estremecerme al leer como más de un siglo despues se demuestra lo que dice y sigue en perfecta vigencia. Solo debemos extrapolar el término pecado, al término estado del bienestar y estaremos en nuestros días. No he leido definición mas perfecta de lo que es la sociedad actual, en mi vida. Ahora además de darnos trabajos y estres, nos dan hipotecas, cosas que comprar y comprar, drogas, fútbol y nos hacen creer que somos algo que no somos. Pudiendonos comprar un coche potente y vacaciones en hoteles de cuatro estrellas y esas cosas q hace que una vida monotona, aburida y de esclavitud pueda parecer la vida del mismísimo Atreyu o Ulises. Una puta lástima. Planes de educación para crear ignorantes que puedan ser engañados, profesores mercenarios que se deprimen cuando les ponen delante a la juventud de hoy en día, que siguen viviendo en el pasado mientras dicen "esto en mis tiempos no pasaba". Pero señores lo q pasa es el tiempo, y el perspectivismo orteguiano sigue vigente y las generaciones coetaneas también existen, y los distintos putos de vista para contestar una misma cuestión también afortunadamente. No caigamos en el error de culpar a las nuevas generaciones de el adebacle que se nos avecina. Si no a los misnistros, gobernantes y demás hijos de puta que planifican nuestra vida. Esa es la lacra de nuestra sociedad, ministros de cultura que no saben ni cual es su árbol genealógico, así no me extraña que después chavales de 17 años con un apellido como "Córdoba" o "Rios" le peguen palizas a inmigrantes al grito de "viva España" sin saber que su apellido de origen judio es heredado del puelo más nómada jamas existido en la tierra, inmigrantes de inmingrantes. Francamente lamentable. Gobernantes estos que hacen del éxito un éxito personal, y del fracaso un fracaso colectivo. Que permiten que profesores mercenarios llenen las aulas con la misma cultura que ellos y la misma motivación del que va a arar el campo. Profesores que anhelan más que los alumnos que toque el timbre y más que los bancos que domicilian su nómina que esta llegue al final de cada més.Así que señores, lean a los grandes de la historia (Nietzsche, Borges, Reverte, Clarín,etc) busquen sus raices, la historia verdadera y verán en lo que nos hemos convertido, y porque lo hicimos, comprendan el porqué de su pseudoesclavitud, de su mente socialadormecida y de su miserable ignorancia, que aunque ustedes no lo sepan, todos tenemos un poquito de esto, lo que diferencia a los hombres, es el grado de consciencia de pertenencia de estas. Conozcan lo que han sido, comprendan lo que son, y sabran lo que van a ser. Busquen ser mentes libres, librepensadoras, sin atarse a ninguna corriente, deduzcan, judguen moral y éticamente, hasta el pie de página de las noticias de los periódicos. Y algún día con la ayuda del prójimo, y en el lecho de muerte comprerán lo que han sido, lo que son y lo que serán.
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